18 Ene La vivienda nueva se desliga de la economía y sube de precio en 2020
La inversión destinada a construir pisos para luego alquilarlos batió récords el año pasado
El precio de la vivienda ha sido tradicionalmente un termómetro para medir la marcha de la economía. Pero en 2020 ambas estadísticas separaron sus caminos: mientras el PIB cayó a cifras de doble dígito y el paro rozó los cuatro millones por el impacto de la pandemia, los precios de las casas se mantuvieron apenas sin cambios.
Algunos segmentos registraron incluso subidas de precios. Según los datos de Sociedad de Tasación, este fue el caso de la vivienda nueva, que se revalorizó un 0,9% el ario pasado. Un porcentaje muy alejado de las previsiones que se realizaron durante las primeras semanas de la pandemia, cuando algunos operadores inmobiliarios llegaron a vaticinar caídas de precios cercanas al 10% por la crisis derivada de la pandemia.
La tasadora asegura que la caída en realidad fue un pequeño repunte en el caso de la vivienda nueva, y que el precio medio cerró el ejercicio en los 2.476 euros por metro cuadrado a nivel nacional. Esto se traduce en un coste de 222.840 euros de media para una vivienda de 90 metros cuadrados. Eso sí, en la segunda parte del año la vivienda nueva ya empezó a registrar caídas, aunque todavía mínimas, del 0,2%.
El consejero delegado de la tasadora, Juan Fernández-Aceytuno, desgranó ayer estos datos en un evento en el que destacó que «la brecha entre la vivienda nueva y la vivienda usada se está ampliando». Mientras la primera registra subidas, la segunda sufre ya el impacto de la crisis con rebajas cercanas al 4,52%.
El descuento, sin embargo, también se mantiene alejado del previsto. «Desde que estalló la pandemia el 83% de los propietarios no han cambiado el precio de sus inmuebles», explicó Aceytuno, que justificó esta disparidad con la economía afirmando que «la vivienda suele responder con retraso a los movimientos del PIB».
El consejero delegado de la tasadora cree que este factor estructural se entremezcla con otro coyuntural. Según sus palabras, el mercado «ya había expulsado a los compradores más sensibles a la economía, como los jóvenes y la rentas bajas», antes de que estallase la pandemia. Por eso los precios no se han visto tan resentidos: los propietarios no necesitan aplicar rebajas porque los que no pueden comprarse una casa hoy tampoco podían hacerlo hace un año. En este sentido, desde la tasadora han abogado en varias ocasiones por utilizar los fondos europeos para dar cabida a nuevos colectivos en el mercado. Tal y como informó ABC, desde el Banco Santander opinan que estos fondos se podrían destinar a impulsar programas para facilitar la concesión de hipotecas a jóvenes con altos ingresos pero sin capacidad de ahorro.
De vuelta a los precios de la vivienda, su subida no es una tendencia endémica de España. Según los datos de Eurostat, los pisos registraron incrementos interanuales en la mayoría de países europeos durante el tercer trimestre. Los repuntes superaron el 7% en Portugal y Alemania, mientras que en Francia alcanzan el 5% y en Reino Unido el 2,7%. En España las casas se revalorizaron un 1,8%, según la oficina de estadística europea.
La inversión en alquiler
En el ámbito de la inversión, el segmento residencial cerró 2020 con luces y sombras. Los volúmenes cayeron hasta los 2.600 millones de euros. Pero el fenómeno del «built to rent» (construir para alquilar) se mantuvo ajeno a esta tendencia y registró un récord histórico de 1.400 millones de inversión.
Así lo demuestra el informe presentado ayer por la consultora CBRE, que considera que la inversión del sector inmobiliario recuperará este año los niveles previos a la pandemia. Según sus cálculos, en 2021 se cerrarán operaciones cercanas a los 12.000 millones de euros, lo que supondría un incremento del 25% respecto a los niveles registrados en 2020.